Cómo actuar ante los ladridos del perro del vecino

Cómo actuar ante los ladridos del perro del vecino

En algunas ocasiones la convivencia en una comunidad de vecinos se convierte en una negociación eterna en caso de que surja algún conflicto, como el caso de los continuos ladridos del perro de algún vecino. Si lo de hablar con el vecino no es suficiente para solucionarlo, aquí van una serie de consejos a seguir para acabar con esta situación.

A la hora de tener una mascota en casa, hay que darse cuenta de que se está al cuidado de un animal que necesita satisfacer sus necesidades biológicas, y que tanto perros como gatos están acostumbrados a entornos al aire libre donde pueden desfogar sus ganas de correr, investigar o jugar. Al igual que el dueño de la mascota debe cumplir con los derechos del animal, también debe de cumplir con el Código Civil y las Ordenanzas Municipales que regulan el trato de animales y mascotas y lo relacionado con el ruido entre vecinos.

Porque son los dueños los responsables de cualquier situación que genere la mascota en el entorno de la Comunidad de vecinos. En el caso de los perros pueden surgir conflictos con el ruido que general por sus ladridos.

Según el despacho de abogados Ayala & González de Madrid, especializados en contaminación acústica y ruidos, “los ladridos ocasionales no son cuestión de denuncia, pero sí lo son cuando son continuos y superan el límite de ruido que impiden el descanso del resto de familias”, con el consiguiente perjuicio a la salud.

Para saber cómo actuar ante esa situación, los abogados recomiendan estos pasos:

vecinos discutiendo por los ladridos del perro
Upset mature woman and couple of angry neighbours at doorway
  • Lo primero de todo, hablar con el vecino propietario del animal y que sepa las molestias que está causando su perro. “Muchas veces no son conscientes del daño a la salud y al descanso que están ocasionando, y si se habla con ánimo conciliador, los mismos dueños del animal buscarán una solución al problema”. Un adiestramiento profesional puede resolver el problema.
  • Si a pesar de todo el problema persiste, busque el apoyo del resto vecinos que también puedan verse afectados, aunque sea en menor medida, por los ladridos del perro. Trate de volver a negociar, esta vez en presencia de algún testigo que demuestre que usted tuvo en todo momento voluntad de resolver el problema.
  • Si persiste una mala actitud del dueño, o ve que no tiene la intención de solucionar la situación, llame a la Policía Local para que realicen mediciones del nivel de ruido y sean testigos de los ladridos. Son los ayuntamientos los que delimitan el límite de ruidos permitidos en la localidad con sus propios criterios. La Organización Mundial de la Salud (OMS) delimita los límites de ruido durante el día (60 decibelios) o de noche (40 decibelios).
  • A continuación, puede denunciar al Ayuntamiento de su localidad por incumplir las ordenanzas que regulan el ruido y la tenencia de animales. El consistorio puede iniciar un procedimiento sancionador contra el propietario del perro.
  • En casos extremos, la última vía disponible es acudir a los juzgados de los Civil. En estos casos, se podría llegar a trasladar al animal a una perrera o incluso a la privación del derecho de uso de la vivienda, que puede alcanzar hasta los tres años de duración.

¿Y si soy yo el que molesta al resto de vecinos con los ladridos del perro?

 

Que los perros ladren es algo totalmente normal, es su forma de comunicarse. Al igual que con las personas, hay que saber escuchar al animal para conocer qué le ocurre. Si un animal que por costumbre no ladra por las noches y empieza ha hacerlo de forma continua es porque algo le ocurre.

En la mayoría de los casos se trata de llamar la atención sobre ruidos o personas que ellos consideran extraños o para pedir a su dueño un poco de atención y no querer quedarse solo, sobre todo, durante largos periodos de tiempo, como las vacaciones. Nunca dejes solo a tu animal. Es tu responsabilidad. Puede llegar a producir la llamada ansiedad por separación.

Como dueño de la mascota, puede acudir a la ayuda de un adiestrador canino para su correcta educación. Seguro que saldrá más barato que entrar en un juicio por lo Civil.

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